Y hoy vuelve a llover. La ventana del ayer se ilumina con la crisálida luminosa de un relámpago. Todo es brevedad y la verdad aparente en donde habito se vuelve grito, voz de desencanto, en el trueno que la acompaña, hasta este rincón de un sueño en donde habito. Mañana se esta cayendo del frio calendario que pende descolorido en la pared. Una mancha de humedad es continente donde mi imaginación promete nuevas tierras sobre un mar de blanca cal. Y vuelve a llover y tu recuerdo no descansa, y vuela, paloma suicida y blanca del adiós, en mitad de la tormenta; sus alas extendidas hacia Dios mientras yo la observo desde este suelo, anhelando un nuevo cielo que mi tos anciana me promete. Gotas de agua arremeten como moscas presurosas contra el cristal, y es la lluvía en soledad quien me contempla, al otro lado , donde un ayer se hará mañana, mientras dibujo en la ventana el recuerdo azul de tu mirada.