Se aproximó...

Se aproximó el Sol hasta ti y lo trataste como si fuera la Luna. Le buscaste la cara oculta igual que a Selene, tratando de ajustarle las cuentas en la sombra de tus dudas. Hoy la duda se resuelve en quemadura, te enfrentabas al Sol, donde no hay caras ocultas

Si quieres que...

Si quieres que la abeja se pose en el loto del jardín, basta una gota de miel, la cual es más poderosa que cien litros de vinagre. Cómo vas a atraer el amor en otra forma?

Lo que llegarás a Ser...

Lo que llegarás a ser en el futuro está ya escrito en el presente. Mira lo que eres hoy y sabrás lo que hiciste ayer. No hay nada de que discutir, sentémonos tranquilamente a esperar la muerte

Que grande es el Rey...

Que grande es el rey que se muestra humilde y que torpe el vasallo que le trata como a un igual por ello. El primero fue rey de reyes, el segundo nunca será nada porque nunca aprenderá del rey ni aún teniéndolo delante

No hables para...

No hables para tener razón, habla para hacer soñar al corazón. No hagas de cualquier diálogo un acto para tu condescendencia, ni una legítima defensa de una agresión que nunca recibiste. El oído condicionado escucha amenazas en el canto de las aves. No solemnices lo evidente

El río sagrado

El río sagrado baña por igual los árboles en la ribera, mas he aquí que la misma agua espiritual hace que el nimba de frutos amargos y el mango dulces. No todo está en la efusión del espíritu Dios sino en la semilla que pusiste en tu propio corazón. Si eres afortunado, el maestro podrá hacer el injerto y convertir tu amargor en dulzura, siempre eso sí, que te dejes cortar la corteza (ego) para insertar la nueva rama

Que plácida sencillez...

Que plácida sencillez la de aquellos que, habiendo peleado contra la razón, ahora descansan en el corazón y hacen de la emoción un acto cotidiano

El drama...

El drama y la comedia son la dualidad del teatro. El hombre sensato no se identifica con ellas, abandonando el escenario, deja de ser actor para ser autor de su eternidad

Quién siempre...

Quien siempre quiere decir la última palabra, es el primero en perder la razón

Todos los propósitos...

Todos los propósitos que cumple una pequeña gota de agua, los abarca de forma inmediata un océano. El amor humano es al divino, lo que la gota al mar. Por fin soy libre para nadar

Aceptar o pedir...

Aceptar o pedir perdón guardando rencor, es como hacer un regalo dejándole el precio puesto. Que pena arruinar nuestra grandeza dejando etiquetas del ego. No te muestres condescendiente en esa forma, tu no tienes capacidad para perdonarle la vida a nadie

Que nadie me aguarde...

Que nadie me aguarde, que nadie me vele, llegaré de repente, envuelto en mi presencia o en la bruma de los sueños, nadie puede recortar el tiempo salvo el amor que convertido en puente, puede cruzar cualquier abismo. Incluso el más profundo, el de mi mismo