La ternura se suicidó en la locura cotidiana de cada amanecer. Buscando mi ser me perdí en el tener, y no teniendo con que ser me quedé teniendo nada. No pudiendo sostenerlo, el cielo cayó sobre mi alma.
La ternura se suicidó en la locura cotidiana de cada amanecer. Buscando mi ser me perdí en el tener, y no teniendo con que ser me quedé teniendo nada. No pudiendo sostenerlo, el cielo cayó sobre mi alma.
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