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jueves, 21 de noviembre de 2013

El hombre desnudo

Algún día caminaré como un simple hombre desnudo, y mudo de sermones vagaré por los rincones apacibles de mi alma. Todo será calma, como aquella extraña ligereza que se alcanza al soltarse la coraza tras la batalla. El aire grita libertad en mis pulmones, y perros traidores que ladran a la luna quedan afónicos de oscuridad, agónicos de estrellas. Volveré hacia atrás sobre Tus huellas buscando mi libertad. Algún día caminaré como un simple hombre desnudo, desatando el nudo inefable de los días, cruzaré puentes de calendario sobre el río de la vida. Una lejana playa me llama, con el rumoroso arrullo de espuma blanca, me invita a dormir sobre la arena. En el horizonte se perdió la vela negra del barco de mis recuerdos, soy naúfrago de universos converso de amores mundanos, siempre enamorado de lo eterno.

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