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miércoles, 22 de enero de 2014

Amor Imposible

Tengo un amor infectado, clavado en un costado junto a mi corazón. Se quedó a corta distancia de ser un amor verdadero, y aunque no le guardo duelo, duele en su latente herida, que cosida de imposibles es imperdible sustentado en un pliegue del alma con la vida, justo allí donde se requiere más calma, en la juntura misma del corazón y el espíritu vivo, allí se hizo la herida. Quien no alimenta la emoción muere de anemia de caricias, y quien la nutre con delicias, muere luego de amor. Ya no le pongo voz a ningún retrato y he cerrado un trato con el pintor, que lienzos con retratos del ayer ya no le compro, porque hay ojos con mirada de bodegón ocultos en ellos.

jueves, 16 de enero de 2014

Duelo de Palabras y Silencios.

Aquellos que me enfrentan con sus palabras les digo que el tiempo me enseñó a enfrentar con mi silencio. No es ariete de calumnia el que puede romper la puerta de la ciudad de mis secretos. No es cierto que quien calla otorga, antes bien que no le importa el ruido de las olas rompiéndose en saliva blanca de palabras al chocar contra las rocas. Aquél que mira el mar, esperando ganar su libertad al final del horizonte, no dejará de soñar por los rumores de la orilla. No me insulta la vida, lo hace un hombre muerto, y no me sumo a su desierto de emociones, al destierro de la envidia. El aire llena mis pulmones y late el corazón en sus arterias, materiales de universo que construyen el reverso de emociones donde hábito. Yo nunca me pierdo de mi mismo y tú, dueño y señor de tu egoísmo de espuma, jamás te encuentras.

miércoles, 15 de enero de 2014

La Piel del Mar

He llegado, embriagado de tiempo, hasta la orilla, y clavado de rodillas, rasgando con mis uñas he arrancado la piel del mar, buscando la sal de tu recuerdo en sus entrañas. No veo tus huellas en la playa, y mis ojos son espuma blanca, y tu ausencia remolino de olas que suben con la pleamar de mi amor oculto, y se pierden en la bajamar del olvido con lunar puntualidad; mientras un maldito selenita, que vive escondido en mi corazón de calendario, me marca a diario todas las fases de tu amor. Y yo le quito la piel al mar, y él me desgarra en mi carne mortal buscando al Dios de mi libertad.

domingo, 12 de enero de 2014

Payaso

Hay una nota que siempre pende, querido payaso ausente, en el abismo indiferente de tu saxofón. Viejo payaso de la risa, una lágrima dibujada en la cornisa de tus ojos llora por mí, mientras haces sonar la melancolía convertida en melodía de la calle. Acompañas el circo de la vida bullicioso, perdido en un rincón hermoso de mi ciudad. Tus notas me embriagan de ayer, perfuman mi soledad con almizcle de estrellas, y vuelve un muchacho borracho de palabras, embriado de silencios, a escucharte cada dia. El niño soñaba con ser artista y el circo de tres pistas de la vida, se le quedaba pequeño. Quedó suspendido el sueño en tu música, ayer hoy y mañana quedaron dentro del circo, porque el arte que anhelaba era silente esperanza, preñada de eternidad.

domingo, 5 de enero de 2014

Mi Caballo y la Soledad.

Para caminar, me alcanza mi caballo; para soñar, la libertad. El camino de los siglos es mi destino, y su norte tu recuerdo. Estrellas de azúcar me hacen guiños desde el cielo y mi caballo se vuelve sumiso, pidiéndome descansar. Hoy se cubrió otra jornada y será mañana otra más. Llevo como mapa una instrucción que me guía, y en la solapa una flor de soledad prendida con el alfiler de los días del hombre; a quien mi caballo le canta con el sonido monótono y acompasado de sus cascos, equino juglar del sendero, que partí en busca de un universo entero, que a los noventa perdí la cuenta de los días, que lejanos ocasos me enamoran, que pasé todas las horas conociendo a un sólo hombre, que repetía un nombre de Dios en cada hoja de los árboles que cruzaba. Y la flor escucha y mi caballo repiquetea de metal las piedras de las majestuosas montañas. Luego cruzando entre las cabañas de alguna vieja aldea, extrañas miradas me contemplan y alguien exclama, ¡Es un caballero andante! Y sonríe mi equino en su relincho y niega con el movimiento de su cabeza, diciendo: Mi señor es caballero soñante, porque por andar andante, ya no sigue caminos, solo los abre para que otros los transiten. Él ya se conoció como hombre, en un mundo de hombres ignorantes.