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martes, 31 de enero de 2012

La prostituta

Nunca aceptes favores con intención inconfesable. Si disfrazas tu conciencia una vez, para adormecerla con argumentos, pensando que lo puedes manejar sin llegar a caer, es indiferente porque ya has prostituido tu alma, por mucho que finjas. Es el cohecho impropio del ego sobre el alma. Hay muchas formas de ser prostituta pero sólo una de ser hombre.

¿Quién te Conoce?

El corazón de un hombre se conoce por la cantidad de sonrisas que llevan su nombre. El del poeta por sus letras y las emociones que éstas despiertan. Al héroe por sus heridas y al maestro por sus discípulos. A la madre por su dedicación y al santo por la devoción. El corazón sabio por su buen juicio. Y tú, que finges tanto ejercicio, ¿por quién eres conocido?.

La Verdadera Naturaleza

La verdadera naturaleza siempre termina por hacerse manifiesta. La serpiente cambia de piel, pero no deja por ello de ser serpiente, porque todo es apariencia en ella. En cambio la mariposa deja la esencia del gusano en el capullo para volar en libertad, porque todo es interno en ella. No importa que forma adopte la serpiente, siempre termina comiendo ratas. La mariposa más humilde tiene a su alcance el néctar de las flores. El guerrero es una mariposa que maduró en el capullo de acero de su armadura. Vuela lejos del alcance de cualquier polémica de serpiente.

La Proclama

Proclamar a voces la nada no la convierte en algo. Exagerar hasta el límite los pequeños gestos, como el protagonista de una película de cine mudo, no los vuelven más grandes por mucho que te creas el guión de tus mentiras. La gallina pone un huevo y cacarea todo el día. El pez pone miles y guarda silencio. Que tranquilidad alcanza aquel que se calla y nada en la profundidad de su alma, sabiendo que Dios y el tiempo son testigos de sus actos.

sábado, 21 de enero de 2012

El Amor y la Distancia

Dame tu adoración y te dejaré ir a todos los templos del mundo. Dame tu admiración y podrás viajar a todos los rincones del universo. Entrégame tu amor y yo llegaré hasta ti con la misma facilidad que la luz del Sol baña tu rostro a pesar de la distancia. Porque para el amor nada está lejos. Ahora elige cual de las tres será tu religión.

miércoles, 11 de enero de 2012

El Amor y la Muerte

El amor no puede morir, pero se le puede enterrar. No se le puede matar y sin embargo te acompaña hasta la tumba. Es eterno y capaz de nacer de nuevo una y otra vez. He sido muerto y enterrado en vida, he renacido en la madurez para ser de nuevo sepultado. Arderán pronto las llamas, lamiendo este cuerpo en sus costados, será mi funeral como soldado, y mi ser al consumirse dará por fín más luz, luz de enamorado.

domingo, 8 de enero de 2012

La Vida

La vida no es tuya, es una intención escondida de Dios. Cuando te precipitas veloz tratando de prevenir heridas que el amor aún no te causó, creas cicatrices futuras en el cielo, las mismas que mañana se harán huellas en el suelo, y habrás de seguir. Deja de buscar culpas y convierte los latidos de tu corazón en disculpa cadente, donde el torrente de tu sangre diga en cada impulso, ahora lo siento, hora te amo. Interpretar con prisas el libro de la vida te obliga a cerrar con premura una página, sin darte cuenta que Dios en su literatura, dejó escrito al final del último párrafo, puntos suspensivos leer más. Porque no es el hombre sino el amor, el que dice la última palabra... Leer más.


jueves, 5 de enero de 2012

La Golondrina

Las palabras dulces del amor son alas lejanas de golondrina. Nunca se posan en nidos de oídos que sólo se escuchan así mismos. Ni se arriman en su vuelo al fingido velo de la poesía del intelecto, que trata de fingir afectos y reprocha defectos en todos para poder ocultar sus faltas. No le cortes las alas a un pájaro antes de abandonar el nido ni te extrañes entonces, que al quedarte dormido, la golondrina escape, le amputaste las alas con las que quería volar en tu cielo, pero aún le quedaba el suelo, olvidaste que tenía dos patas para andar, aún con las alas rotas.

miércoles, 4 de enero de 2012

Pedir Perdón

Nunca pido perdón ni me avergüenzo por retirarme para no dar el siguiente golpe cuando me hieren. La razón nunca está del lado de quienes son incapaces de ver su verdadero carácter. Dice el cactus adorar la soledad para así justificar la ausencia de abrazos que sus espinas provocan. Aprendí que es mejor llorar en soledad arrancándote las espinas del pecho, porque cuando mires el techo insomne de tu alcoba, en el océano pupilar de tu mirada, el amor te recompensará por haber sido capaz de abrazar lo amado hasta que duela.