Páginas

domingo, 10 de febrero de 2013

El Eterno Viaje

Mi vida es un eterno viaje, donde pago de peaje la moneda de mi tiempo. Siempre en movimiento, raíles de hierro, alas de hierro, hierro del destierro. Yerro si de él me aparto y dejando siempre atrás el desencanto, canto la desafinada melodía de mis noches y mis días. Hoy habito en la desdentada torre de mis sueños por donde corre el viento entre las mellas de almenas, desarboladas banderas, caídos pendones y estandartes. El castillo que contemplo, en el viaje a ninguna parte, desde la venta de mi asiento, suspira de viejo entre sus huecos con el silbato del tren que me aleja. Siempre en cada partida dejo atrás una muralla para encontrarme con otra, hasta que siendo hombre nuevo en mi derrota, pueda correr libre por los campos aterciopelados de tu amor inmenso.
Enviado desde mi BlackBerry® de Fundación Dharma

No hay comentarios:

Publicar un comentario