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domingo, 10 de febrero de 2013

La Infinitud

Atrapado en la infinitud de ésta estrechez cósmica de mi mente, pienso de repente que escapar es posible. Haciendo verdad lo increíble consigue Dios el imposible de volverme cuerdo en mi necedad. Alcanzo la oculta respuesta que la realidad esconde, y allí donde mi razón no responde, me abre Dios la puerta para darme la libertad. Alcanzo en el minúsculo átomo de mi alma una inmensa paz que me alcanza cuando contemplo, finalmente, el crepúsculo de la eternidad de mi sueño. Mi corazón ya tiene dueño y en el juego de los dados galácticos consigo al fin la calma, ya nada llama a mi alma al juego, me retiro del tablero de estrellas, no apuesto por planetas amarillos para los sentidos, mi corazón es libre y a la vez cautivo del amor.
Enviado desde mi BlackBerry® de Fundación Dharma

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