
Salgo del hechizo, rompo por fin la cadena, y si esta ilusión me condena, otra realidad me libera. Busco a Dios antes que nada y en el refugio de su voz, siento como me llama. He dado mis obediencias a la vida, puse mi cabeza en la tierra para pedir perdón por las heridas que llevo abiertas, si la presencia de estas añadieron dolor a otro dolor. Me humillo y Dios me ensalza, y no quedará al final en la balanza mas que el amor, que en cualquier medida siempre es lo que a todo hombre alcanza para librarle de la muerte, para darle nuevas esperanzas.
No me debo ya a otra misión que la de hacer nueva la vida, para que curada de una vez y para siempre mi vieja herida, deje a un lado la fatiga del viaje, entrando de regreso por la puerta de mi hogar. Hablaré de Dios y de ninguna otra cosa, la renunciación será mi nueva esposa, ya no puedo ser sino maestro sin dejar de ser discípulo. No buscaré nuevas quimeras, ni cruzaré la frontera nuevamente para explorar viejas tierras. Ya tengo lo que vine a buscar, viajé desde mis anhelos al Centro Supremo donde todo deseo reside en su forma pura. Soy nueva criatura, el pasado ya no está.
No hay comentarios:
Publicar un comentario