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jueves, 7 de marzo de 2013

El Angel Caído

Yo se de un angel caído quien quedó dormido en lo cimientos de la soledad. Herido por un sueño, que sirve de relleno a la almohada de la eternidad, reclina su cabeza en el, y cierra los ojos, y no hay mayor antojo en su corazón que amar. Gárgolas pétreas le contemplan como fingidos demonios de oscuridad con alas, y el angel desangelado transita por la azotea estrellada de una catedral cósmica, entre estatuas de apariencias, viejos dioses, falsas ciencias de nesciencia donde se diluye la conciencia de todas las estatuas. Siglos de sombras fatuas, de apariencia engañosa, otrora gloriosas en un relámpago. Brevedad eterna, borrachos de taberna de tiempo le contemplan, y el angel aguarda con paciencia, porque cayó por amor a lo imposible, por decir sus labios arrogantes, te amé una lejana tarde en mis recuerdos, cuando en tu mirada una vez el amor se hizo visible.
Enviado desde mi BlackBerry UCAM

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