Quien pudiera ser solo silencio, y dejar callado de asombro al viento para ser brisa en la sonrisa de tus labios. Apartado de palacios y clamores buscar por los rincones del alma un lugar para el encuentro, callado asiento de emociones. Silencio, solo silencio, sin acentos, ni oraciones y rompiendo tradiciones de gramáticas mundanas, hablar con la mirada en el paisaje, que sea mi último traje el cielo que contemplo, que sea mi almohada de estrellas templo de mis sueños, que entrando por sus puertas abiertas quede atrás la marea de los ruidos con sus olas de sentidos agitados. Quien pudiera ser silencio de arrullo de manantial para beber de la fuente inmortal de tus sagrados labios.
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