Soy artista enamorado en el circo de mis actos, y mi alma flor que llora en mi solapa de payaso mientras río . Tengo una carpa de estrellas y un trapecio de poemas que pende de ella y se balancea fragilmente sostenido en la cuerda de mis anhelos. Hago reír y llorar, bajo todos los cielos, para que un espectador de nombre soledad, comprenda. Monto mi tienda en cualquier esquina, donde se avecinan presurosos el resto de artistas del circo que actúan cada día en sus tres pistas, pasado, presente y futuro. Los espectadores olvidan mientras hago mi número, el temor a las fieras de la pista del pasado y el miedo al domador de la del futuro que dejando abierta la jaula deje escapar a leones trágicos. Hago números mágicos en el presente para hacer ausente al miedo y que el niño eterno sobreviva a la deriva ambulante del circo en donde vivo.
Enviado desde mi BlackBerry® de Fundación Dharma
No hay comentarios:
Publicar un comentario