Piensa el corazón en sonido cadente de emociones, late la razón con sentimientos carentes de ilusiones. Es mi corazón quien piensa pues sólo busca el amor. Es mi cerebro quien late en el dislate de sentidos empujado por la mente. Arritmia de deseos en que fibrila la conciencia. Mi corazón, en cambio, sólo piensa, en querer, por quererte tanto, que te olvida en la cadencia de los días y te añora con vehemencia en la carencia de sus noches. No hago reproches a la vida, pues si profunda fue la herida, más grande es el consuelo del anhelo que en mi alma habita. Ya no dormita la razón en sus laberintos, ahora pienso con el corazón, desde el corazón de Dios mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario