El tiempo y la distancia son como el cauce lento de un glaciar, enfría todo a su paso en el ocaso de la pasión y el entusiasmo. Así se apagan los sentimientos, cuando estos tienen su asiento en la mente y no en el corazón. La distancia para aquellos que se aman sin excusas vanas, para huir hacia adelante, es como el curso de la luz del sol. No importa cuan lejos se encuentren, siempre sienten su calor
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